Para el dolor de garganta: al igual que en el resfriado, es muy buena la leche caliente con miel; también es aconsejable hacer gargaras de limón; un remedio muy casero es el poner un pañuelo al cuello con papel de estraza con azúcar y aceite calientes; por último, las hierbas más recomendadas son el malvavisco para hacer gargaras con agua y el tomillo serranito.
Para la tos: para calmar este molesto mal se recomienda el regaliz y, por supuesto, las pastillas “Juanolas”; otro remedio sería el limón con bicarbonato, las cataplasmas de harina linaza o una cebolla abierta en la habitación.
Para la indigestión: de siempre está la sal de fruta, una cucharadita en un vaso de agua; parecido a lo anterior tenemos el bicarbonato con limón; y por supuesto agua con limón.
Para el dolor de barriga: depende de la causa se pueden tomar diferentes hierbas: poleo menta, manzanilla, tila, anís estrellado o laurel; el apio también es aconsejable.
Para “purgarse”: en nuestra época esto ya no se hace, pero hace tiempo era muy habitual y para ello se utilizaba el agua carabaña o el aceite de recino.